viernes, 14 de agosto de 2009

Cibulka

Zeleny interpretaba una melodía agraciada al ritmo percusivo del funk mientras el strobo y el dialémbolo comenzaban a emitir un calor sensible para todos los tripulantes, el calypso frenó su marcha y quedamos a una quanta de una vía férrea incandescente en el mar, la trayectoria parecía larga, bifurcándose, subía hasta el cielo, parecía provenir de Naur. Cibulka, el ténico del calypso, quien había pasado demasiado tiempo en las galeras interiores tratando de perfeccionar una equalización diferente para modular las envolventes de los pramas, salió con cara franca (aunque un poco deslumbrado por los destellos del strobo) y limpiandose las manos con un trapo le dijo a Zeleny: -te habrás dado cuenta que las vías no traen ninguna carga dialéctica transitable- Zeleny sabía lo que aquello significaba, los trazos de la vía eran magnetos que redirigían las amplificaciones hacia las periferias de nomadak, era una trampa lógica que pre programada para bloquear y sintetizar con tautologías toda emisión de los amplificadores de un navegador como el calypso, alimentaba la envolvente de nomadak y hacía barrenar los impulsos cristalizando los pramas. La mixer podía quemarse si se intentara cruzar sin una melodía estridente basada en el calor metálico de la grabación por bulbos (mediación). Era muy probable, como anticipaba Cibulka, que el calypso tuviera que sumergirse, o bien, cambiar el eje del mar, o alguna otra salida.

Karel fijó un loop percusivo, cerrando los ojos le pidió a Zeleny que llenara sus metales con dub...estridente, comenzó una amplificación por la vía, el calypso trataba de prefigurar el código para penetrar, los pramas simulaban una oxidación acelerada, ¿cómo superar esa trampa?

martes, 4 de agosto de 2009

Karel

Me recargué en uno de los barandales del calypso por insistencia de Karel. Esa tarde se encontraba con una lucidez envidiable, insistía que había encontrado un "desfase", una multi-dimensión en nuestra amplificación. Pidió a Zeleny que tocara suavemente y mezclara loops en la mixer de un piano bossa-nova, el calypso curveó un poco y aceleró un buen número de quantas, me pedía atención mientras me preguntaba si había abierto yo las perillas del dialémbolo, un poco intrigado le comenté que el hombre de silicio seguía suspendido pero los leds ahora se encontraban relajados, pronto un destello azuloso proveniente del sótano se acompasó con la armonía percusiva de Zeleny, quanta a quanta, y bajo la tutela de Karel comencé a ver dos calypsos distintos en nuestra estela.. la amplificación era fuerte, decidida, y las envolventes de los pramas se excitaban cadenciosamente dando paso a un trazo que parecía totalmente natural en la física de nomadak, en un calypso había jam, en otro había una explosión simulada de un hongo atómico (esta explosión la omití pues solo ocupó apenas un milisegundo antes de que apareciése el hombre de silicio), a un quanta más, parecía obvia la demostración de Karel, pero a mi solo me maravillaba el nuevo eje encontrado... seguro esto tenía una buena explicación.. Karel interrumpió mi mirada profunda en los dos o tres calypsos que nos perseguían en la estela y me preguntó ¿ nunca habías saltado entre niveles de abstracción verdad? Si fijas la mirada, es solamente para que tu éxtasis viva en aquél, el de la explosión, si te sientes pleno, es por la tranquilidad que respiras en ese otro calypso (había aparecido otro calypso más), donde la luz estrobo tenue brilla para tranquilidad de todos... Karel había agradecido el gesto de aquella noche, el calypso era una nave excepcional..

lunes, 3 de agosto de 2009

Zeleny

Zeleny tocaba el saxofón, podía remontar una escala alta a través de la mixer y mover el calypso a través del aliento metálico de separación del tiempo. Algunas veces nos pedía entrar en jam (improvisación musical, como un ritual para eso de la separación temporal) como preocupado, como si fuese totalmente necesario expulsar un armonía inexistente hasta ese momento. Como un navegador por instinto, corregía el rumbo a través de la armonía.. ¿cómo distinguir un silencio de otro? ¿cómo ver a través del metal y asomarse a otra temporalidad? El ánimo que provocaba en cada envolvente del calypso siempre fue redentor. En algunas noches dimos miles de vueltas sobre una constelación de petas (esto era, mas o menos, según explicaba la joven Karel, fijar un cuadrante de puntos luminosos del áncora de tiempo, que mas tarde simplificamos llamándoles estrellas) para demostrar que en la aceleración se expandía el tiempo, y el beat se excitaba hasta quedar irreconocible y en el frenado (o caída) acuático ( el momento de la resolución melódica) cada silencio se vestía de una colórida distinta. En fin, con Zeleny y Karel, la música llegaba demasiado lejos...incluso hasta el valle de nomadak..a donde llegamos esa noche. Zeleny seguía viendo fijamente el horizonte..

pero antes.. funk

domingo, 2 de agosto de 2009

Nomadak II

Como siempre, el impulso de electricidad diferida que trastornaba a los dialémbolos, provenía de las contradicciones no resueltas en las fronteras del cuadrante nomadak (es decir, el lugar en el campo donde la realidad y la realidad reproducida se encontraban por un producto de autoconsciencia de un navegador como el calypso). Todo comenzaba a tomar forma dentro de ese mar rutilado bajo el sol penetrante de Naur. Este sol carecía de circunferencia por la inestabilidad de sus gases, pero imprimía una fuerte estática por la fuerza extraída de aquel mar... se le debía el azul plateado de las nubes y cuando desaparecía en el horizonte, matizaba el áncora del tiempo en miles de puntos luminosos que ponían en aprietos de entendimiento a los pramas en cada quanta que sorteaban. Nada garantizaba que el avance fuese el avance, o peor aún, que los agudos retornaran a su estado metálico de proyección para dirigir la nave hacia el valle de ampéres, la noche era mas peligrosa que la de ayer, ahora sabíamos de...

el dialémbolo se apagó..
rápidamente el capitán subió las escaleras para verificar el tiempo que había estado maniobrando el barco desde el sótano.. al salir pudo verificar que ya era tarde, Naur se encontraba a treinta petas (quantas externos, libres al absoluto) para llegar a la posición de Nomadak, la tripulación comenzó a encender las luces de sus camarotes como preparándose para una fiesta de gala - los chistes de Berytus siempre dejaron que desear, sin embargo el sabía que algún día equipararía el viejo humor de Rick Blaine en casablanca-, el primero en bajar fue Zeleny, un muchacho de rápidos movimientos que tenía una alerta sin ambages y con instrucciones de piloteaje, siempre ha vestido estilo jazzista de nueva orleans, su mirada se fijaba en un punto de nuestra navegación donde acababan de aparecer poco a poco miles de máquinas chatarras danzando con la marea... Nomadak era un lugar bastante extraño..