domingo, 19 de julio de 2009

El Dialémbolo

Esa mañana amaneció nublado y el Calypso registraba una velocidad lenta. Berytas bajó al sótano de la nave guiado por una falla en los agudos de la mixer, recrear el sonido de una embarcación del siglo XIX requería una fidelidad inusitada. el Calypso solía cambiar de forma debido a la excitación o contracción de la envolvente de los pramas. Entró en el viejo cuarto obscuro donde hileras de led´s con diversos significados danzaban arrítmicamente como rastreando en múltiples direcciones el horizonte lejano. Comenzó a figurarse dónde podría encontrar el equalizador principal que ayudara a reparar el fallo. Inusitadamente los led´s dejaron de brincotear para quedar varados en un rojo bajo reflejando en el piso una suerte de espejo orgánico con diversas perillas laterales. Exaltado, el capitán Costas tuvo un momento de pánico al ver surgir del Dialémbolo (así se llamaba dicho artefacto) olas embravecidas en corriente constante que se hundían violentamente dejando un espacio de vacío interminable hacia el fondo. Pecho a tierra se prendió de dos perillas violetas intentando cerrar tan tremendo hueco, pero pronto se dio cuenta que los led´s mostraban formaciones caprichosas y el vacío se llenaba momentáneamente de imágenes pixeleadas. Suddenly, una emisión quedó atrapada ante una gran ola y quedó aislada en forma de un hombre de silicio...

Costas comenzaba a entender un poco aquél sistema, el Dialémbolo permitía concentrar el impulso diagramático de respuesta para aislar una señal y extraer a través de las modulaciones (perillas) sus conectores con el origen en aparente caos (totalidad). pero ¿qué significaba aquel hombre de silicón?

Los led´s emitían una luz intensa sobre la imagen petrificada y comenzaban a proyectar símbolos en el dialémbolo. Los pramas se movían cadenciosamente y condensaban las palabras haciéndolas correr por todo el cuarto a través de si..

martes, 14 de julio de 2009

Nomadak



Esa mañana desde El Calypso se podía ver así..
como la gotera que cae sobre mis sueños..como el apagón..

... como sin lugar..como sin color, como sin canción.. y sin convicción.

.. Como la nostalgia, como las fronteras, como los pecados y como las sombras..

...como los naufragios..como el universo entre tus piernas...

como las luciernagas que bailan en tus ojos, como el huracán...

Berytus Costas

Eran las tres de la madrugada cuando en el camarote principal el capitán Berytus Costas inspeccionaba algunas cajas de documentos que tenían inscritos diversos mapas y señales. Era hora de la diagramática, ningun pensamiento estructural y lineal resultaba interesante porque lo que acontecía allá en el horizonte obscuro de aquél mar, tenía la peculiaridad de transmitir en dos vías las múltiples densidades e intensidades de una totalidad desplegada por miles de impulsos epistémicos y prácticos. Por primera vez, el capitán Berytus percibía de una forma distinta el hecho de documentarse, no había ningún juego de por medio ni posibilidades de despertar de un aparente ensueño. No se buscaban respuestas, porque todavía no estaba planteado el problema, había que buscar las preguntas (y su nueva dimensión). En una hoja de libro con olor a vainilla se podía leer:

Marx subraya, contrariamente que para captar adecuadamente una realidad del tipo, por ejemplo, del modo capitalista de producción, el pensamiento humano ha de desarrollar una gran actividad, teniendo que poner en marcha algunas formas específicas de movimiento, que no constituyen simplemente una mera prosecución paralela de las formas reales de movimiento. Esta acentuación de la actividad, de la relativa autonomía en el movimiento del pensamiento humano y del carácter específico de sus formas de movimiento en relación con las formas reales no nace en absoluto del abandono, sino más bien, por el contrario, de la fidelidad a la teoría marxista de la refiguración en su versión dialéctica.

¿Qué demonios significaba eso?
¿en qué consistía aquella "gran actividad"? ¿qué es la dialéctica? La semilla ya estaba plantada, Berytas no sabía exactamente cómo, pero su vieja intuición le decía que de ahí podían surgir buenas razones para avanzar un par de quantas. Ese texto le daba genuina actitud heróica a cada quanta, el Calypso Funk era, no solo un caminante empírico casual, sino un modulador dentro del campo, de ahí se explicaba la tormentosa densidad a la que constantemente se sometían sus tripulantes aún en horas de sueño. Había una necesidad de entender la sustancia energética de la historia "pasada" objetivada en cada prama (la prama se despliega desde cm cuadrado pero considera su conexión interna con la nave y su resistencia a los diversos embates de los campos ecoeléctricos, prama es la medida necesaria para saber la fortuna con la cual se puede seguir navegando, habla de la densidad de amplificación dialéctica del gran aparato cognoscitivo navegante que es el Calypsus Funk) de la nave. Berytus decidió apagar la mixer y dejar un sencillo strobo encendido en la cubierta para el descanso de todos.

La tormenta

Qusiera poder contar las viscisitudes de hacerse a la mar, pero no lo recuerdo muy bien. Cuando nos dimos cuenta ya estabamos en altamar lidiando con amenaza de tormenta y con una tripulación que no tenía la mínima experiencia en eso de navegar, por lo que tuvieron que idearse códigos, señales, usar instrumentos extraños a la historia de la navegación y, sobre todo, imprimir audacia y disciplina a cada movimiento del navío. La primera noche que nos reunimos -ahora como un equipo necesitado de serlo -supimos que el viaje nos podría tomar años y que había que despojarse de gran parte de sí mismos. En la dársena, ahora recuerdo, se habían olvidado miedos y moralidades ajenas al genio humano de la curiosidad. Había sido un tiempo muy difícil tierra adentro y ahora retornabamos al origen de la vida, y de la historia, el mar. Pero este era un mar agitado, enardecido, en el cual fuerzas extrañas parecían romper incluso con el sonido emitido por nuestro barco, zonas de silencio, ejes tropicales repetidos, mareas revolventes, eso era un caos, e intuiamos que no era acción de la naturaleza, aquello, aún con cielo despejado, era una tormenta de un tipo especial, las viejas brújulas que encontramos en un librero aparecían bastante averiadas, después de todo fueron construidas en otro espacio-tiempo, no nos dimos cuenta de la finitud tecnológica. Llegar a la conclusión de que había que comenzar a interpretar las nubes para sobrevivir, eso retaba a cualquier incrédulo, el rompimiento tenía ejemplos inauditos, la "realidad" se desquebrajaba a cada Quanta (así decidimos llamarle a cada avance del navio que involucraba el conocimiento generado en un movimiento a través de las diversas dimensiones y las posibilidades de emisión de sonido amplificado, aún este fuese aparente retroceso, por lo pronto no sabíamos que era lo perceptible aparente y lo imperceptible objetivo). Por la noche nos llegaban señales de radio rebotando desde horizonte lejano, apagabamos las luces y escuchabamos con atención mientras la interferencia nos calcaba la tormenta aproximándose, si no me hubiese astillado la mano trepando por el mastil, juraría que estaba soñando.