viernes, 14 de agosto de 2009

Cibulka

Zeleny interpretaba una melodía agraciada al ritmo percusivo del funk mientras el strobo y el dialémbolo comenzaban a emitir un calor sensible para todos los tripulantes, el calypso frenó su marcha y quedamos a una quanta de una vía férrea incandescente en el mar, la trayectoria parecía larga, bifurcándose, subía hasta el cielo, parecía provenir de Naur. Cibulka, el ténico del calypso, quien había pasado demasiado tiempo en las galeras interiores tratando de perfeccionar una equalización diferente para modular las envolventes de los pramas, salió con cara franca (aunque un poco deslumbrado por los destellos del strobo) y limpiandose las manos con un trapo le dijo a Zeleny: -te habrás dado cuenta que las vías no traen ninguna carga dialéctica transitable- Zeleny sabía lo que aquello significaba, los trazos de la vía eran magnetos que redirigían las amplificaciones hacia las periferias de nomadak, era una trampa lógica que pre programada para bloquear y sintetizar con tautologías toda emisión de los amplificadores de un navegador como el calypso, alimentaba la envolvente de nomadak y hacía barrenar los impulsos cristalizando los pramas. La mixer podía quemarse si se intentara cruzar sin una melodía estridente basada en el calor metálico de la grabación por bulbos (mediación). Era muy probable, como anticipaba Cibulka, que el calypso tuviera que sumergirse, o bien, cambiar el eje del mar, o alguna otra salida.

Karel fijó un loop percusivo, cerrando los ojos le pidió a Zeleny que llenara sus metales con dub...estridente, comenzó una amplificación por la vía, el calypso trataba de prefigurar el código para penetrar, los pramas simulaban una oxidación acelerada, ¿cómo superar esa trampa?

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