domingo, 2 de agosto de 2009

Nomadak II

Como siempre, el impulso de electricidad diferida que trastornaba a los dialémbolos, provenía de las contradicciones no resueltas en las fronteras del cuadrante nomadak (es decir, el lugar en el campo donde la realidad y la realidad reproducida se encontraban por un producto de autoconsciencia de un navegador como el calypso). Todo comenzaba a tomar forma dentro de ese mar rutilado bajo el sol penetrante de Naur. Este sol carecía de circunferencia por la inestabilidad de sus gases, pero imprimía una fuerte estática por la fuerza extraída de aquel mar... se le debía el azul plateado de las nubes y cuando desaparecía en el horizonte, matizaba el áncora del tiempo en miles de puntos luminosos que ponían en aprietos de entendimiento a los pramas en cada quanta que sorteaban. Nada garantizaba que el avance fuese el avance, o peor aún, que los agudos retornaran a su estado metálico de proyección para dirigir la nave hacia el valle de ampéres, la noche era mas peligrosa que la de ayer, ahora sabíamos de...

el dialémbolo se apagó..
rápidamente el capitán subió las escaleras para verificar el tiempo que había estado maniobrando el barco desde el sótano.. al salir pudo verificar que ya era tarde, Naur se encontraba a treinta petas (quantas externos, libres al absoluto) para llegar a la posición de Nomadak, la tripulación comenzó a encender las luces de sus camarotes como preparándose para una fiesta de gala - los chistes de Berytus siempre dejaron que desear, sin embargo el sabía que algún día equipararía el viejo humor de Rick Blaine en casablanca-, el primero en bajar fue Zeleny, un muchacho de rápidos movimientos que tenía una alerta sin ambages y con instrucciones de piloteaje, siempre ha vestido estilo jazzista de nueva orleans, su mirada se fijaba en un punto de nuestra navegación donde acababan de aparecer poco a poco miles de máquinas chatarras danzando con la marea... Nomadak era un lugar bastante extraño..

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